LA BANDEIRA
Cuando la bandera es izada con humildad y no arrogancia,
en los momentos de alegría y no de tragedias,
para apaciguar y no atacar.
Cuando las manifestaciones de la superioridad,
la comodidad, el lujo y la opulencia ya no servir como una herramienta de la humillación y la arrogancia,
ya no serán la meta de los pueblos excluidos.
Entonces, tenemos la tan deseada paz,
ampliamente generalizada.
"Mientras tanto que, abajo la batuta del Maestro Mayor, la
naturaleza quedará castigando,
corregindo e enseñando la lección a lo pájaro predador"